Es uno de los temas más hablados en estos momentos en Japón: el trabajo. Dentro de unos años, el país sufrirá una gran baja de trabajadores activos, producto de la edad de la población. Pero ¿alguna vez te preguntaste cómo es trabajar en Japón? Aquí te contamos un poco del panorama.
Japoneses y extranjeros
El tema del trabajo en Japón está próximo a una encrucijada. Según datos oficiales publicados por The Guardian, en 2018 el nivel de desempleo bajó al 2,3% en el mes de septiembre y por cada 100 personas que buscan trabajo, hay 163 trabajos disponibles. Esto representa la mayor disponibilidad de trabajo en más de 40 años.
Por otro lado, en abril se votó la ley que abrirá las puertas del país a medio millón de trabajadores de otros países, hasta 2025.
¿Por qué está así la situación laboral? Madres que se quedan en su hogar y no trabajan y la edad de la población total del país son algunas de las más simples explicaciones.
¿Cómo es trabajar en Japón?
El camino de la oficina, o del conocido como salary man empieza desde la universidad o quizás antes. Los cursos de entrada son altamente competitivos y la presión para obtener buenas notas, que lo lleven a ser un buen candidato laboral, son muchas.
Hay una época del año, que es a partir del 1 de marzo, cuando la Federación de Negocios de Japón definió como comienzo para los procesos de entrevistas de estudiantes y reclutamiento. Estas empresas buscan alumnos en el tercer año de la facultad para asegurarse que puedan comenzar a trabajar una vez finalizados los estudios.
Algunas empresas, como la famosa Uniqlo, reclutan estudiantes y les piden que comiencen a trabajar antes de la graduación de manera parcial, para que puedan “practicar”. Y así conocer bien la empresa.

Es que en Japón pertenecer a una compañía está visto como pertenecer a una familia, más allá de la familia. Se espera tradicionalmente que los trabajadores comiencen desde que son jóvenes y no cambien de trabajo. Pero con los tiempos actuales, quizás esto sea todo un desafío. ¿Puede sobrevivir un joven en una misma compañía toda la vida?
Aquí el sentido de pertenencia y de lealtad es muy importante, tanto para empleados como para empleadores. Por ejemplo, no existe ninguna regla escrita, pero en Japón se sabe que no está bien visto cambiar constantemente de trabajo. Ni tampoco retirarse de la oficina antes de que lo haga el jefe.
Regla culturales del trabajo
En los países de Occidente, en general, el contrato de trabajo especifica un horario de entrada y salida y se espera que los empleados lo cumplan. Claro que hay muchas situaciones distintas, y que depende mucho de quién sea el jefe, pero en general esto se cumple. Es más, cada vez son más las empresas que implementan jornadas cortas de trabajo, home office y otros beneficios para que los trabajadores estén relativamente contentos.
Pero en Japón, aunque ahora dicen que están comenzando a cambiar, la realidad es que la cultura del trabajo es distinta. Disciplina, esfuerzo y método son algunas de las palabras que podrían definir el trabajo. Y además, un conjunto de reglas no escritas, pero respetadas a rajatabla, como trabajar por largas horas, no llegar tarde ni irse temprano. O bien tomarse un breve descanso al mediodía, obedecer a las propuestas extra laborales como salir a beber (aquí les hablamos sobre el bonenkai), entre otras.
Otra de las reglas que los trabajadores siguen es que, aunque tengan días de vacaciones disponibles, no se tomarán más de 2 o 3 de manera consecutiva. Y nunca usarán el total de los días que les queden. ¿Por qué? Por ley esos días les corresponden. Sin embargo, no está bien visto y en general, no se hace.
Problemas laborales
En realidad, los mayores problemas que Japón reporta tienen que ver con la presión de trabajar tanto. El mal más conocido es el karoshi o la muerte por exceso de trabajo. Según indica la BBC desde 1987 se comenzaron a elaborar estadísticas al respecto.
En China se lo conoce como guolaosi y son 1.600 personas al día. En Japón, se cree que pueden llegar a ser unas 10 mil personas por año. Son aquellos que por alguna razón relacionada con su trabajo mueren. Y está tan entendido que ésto puede pasar, que hay una especie de recompensa a la familia ya pautada.
Para solucionar estos problemas, el Gobierno japonés planteó en 2018 un nuevo grupo de leyes llamado 働き改革 o Revolución en la forma en que la gente trabaja. Allí se propondría unas 20 horas máximas de trabajo. Y hay una serie de propuestas para mejorar las condiciones futuras. Pero los problemas continúan existiendo.
¿Y los beneficios?
Algunas empresas más modernas comenzaron a implementar reformas internas, para poder darle al empleado algún beneficio extra. En algunos países esto ya se viene realizando desde hace años, ya que se cree que puede aumentar el nivel de bienestar de un trabajador.
En Japón se comenzó a hablar en 2018 del Premium Friday, que es un día en que los trabajadores pueden salir de sus empleados más temprano. Pero aunque en muchos lugares en el mundo el home office es algo normal, en Japón casi no existe.
Recientemente, me contaron que algunas empresas pagan beneficios a los empleados para que puedan realizar deportes de manera gratuita. Y además, impulsan los bonus por embarazo para las mujeres, con el objetivo de que vuelvan a trabajar una vez que son madres.
El trabajo en Japón es una serie encrucijada que probablemente cambiará con el tiempo, adaptándose a nuevas reglas, pero también siguiendo un legado cultural difícil de modificar.