Durante el pasado mes de junio, la Research Institute for Advancement of Living Standards (Instituto de Investigación para el Avance de los Estándares de Vida en español), lanzó una investigación enfocada en los maestros y la relación que llevan con su trabajo. En esta encuesta se invitó a 10,010 maestros a participar, de los cuales satisfactoriamente participaron 9,220 maestros, el 92.1%.
Los resultados fueron alarmantes gracias a que, en promedio, los maestros trabajan aproximadamente 11 horas y 21 minutos dentro de la escuela. Mientras que el número máximo prescrito es de horas es de 7 horas 45 minutos al día, los profesores están trabajando más de 4 horas recomendadas al día. Estas 4 horas se atribuyen al sobretiempo.
Pero al realizar un contraste con los resultados de la encuesta anteriormente realizada por el grupo, la cual se aplicó en el año 2015, se puede observar un pequeño decremento en la cantidad de tiempo trabajado, y este es solamente 8 minutos.
No obstante, los profesores que tienen grupos extracurriculares, como pueden ser los equipos deportivos o los clubs de artes, tienden a trabajar 3 horas extras y 24 minutos durante los fines de semana, esto se debe por la planeación y por impartir clases.
La suma de todas las horas del mes da como resultado 293 horas y 46 minutos de trabajo, ya incluidas el sobretiempo. Este promedio es 6 minutos menos que el de la encuesta anterior, pero aún supera la jornada laboral prescrita en 123 horas, 16 minutos.
Estos números colocan a los maestros de ser candidatos a “muerte por exceso de trabajo”, comúnmente conocido como karoshi, señala la Research Institute for Advancement of Living Standards.

Los datos que se mencionaron anteriormente no consideran el trabajo en casa que cada maestro realiza. Es por esto que el número de horas aún puede aumentar en una media de 1 a 2 horas.
Cuando se les preguntó qué se debería hacer para mejorar la situación laboral, muchos de los encuestados dijeron que era necesario cambiar la forma en que se dividían las tareas a través de medidas como la supervisión externa de los viajes de los niños hacia y desde la escuela y el cobro de tarifas.
La última pregunta que se realizó fue que si recomendarían la docencia como carrera profesional, el 57.6 % de los encuestados respondió “No”. Las razones más comunes fueron la gran carga de trabajo, las largas horas de trabajo y el intenso estrés mental.