Asakusa es uno de los barrios más tradicionales de la capital de Japón. Millones de turistas lo visitan a diario y salen maravillados por su imponente combinación de tradición y modernidad. A continuación podrán conocer más sobre este lugar visitado en Tokyo.
La fama de Asakusa nos retrotrae al período Edo (1603-1868) donde se convirtió en un distrito destinado a la relajación, el disfrute y también la espiritualidad. Y justamente con respecto a este punto, este barrio tiene una particularidad. La misma es que alberga el templo budista más antiguo de todo Tokyo, Sensoji.
Como tantos otros sitios en Japón, el origen del Sensoji tiene su explicación en leyendas. Dice el mito, que dos pescadores atraparon en el río con sus redes una estatua de la deidad budista Kannon, pero al percatarse de quien era decidieron devolverla al río. Sin embargo, año tras año seguían topándose con ella. Y fue a partir de esto que decidieron llevarla y levantar un templo en su nombre, que fue finalizado en el año 645.
Al llegar al barrio de Asakusa el visitante se topa con una cantidad enorme de comercios, los cuales venden casi todo lo referido a la cultura tradicional del Japón. Sin lugar a dudas es el lugar ideal para comprar souvenirs o regalos para familiares y amigos.
Otro rasgo distintivo es la existencia de carros llevados por un individuo, llamados Jinrikisha Ebisuya, que te transportan por la zona y alrededores. Un paseo turístico bastante típico y peculiar para cualquier extranjero. A su vez, varios de estos trabajadores hablan inclusive más de una lengua extranjera, lo cual es muy extraño en el país. El costo de este paseo ronda los 3000 yenes por persona.
La puerta Kaminarimon
La Kaminarimon (雷門) o «puerta del trueno» es una de las imágenes más típicas que se puede tener de Asakusa, y es la entrada al templo Sensoji. A cada lado de ella podemos visualizar dos estatuas de las deidades que la protegen: Fujin, quien es el dios del viento, y Rajin, dios del trueno. Al pasar la misma se encuentra la famosa calle Nakamise, por la cual hay una cantidad impresionante de tiendas. Allí podemos encontrar abanicos y máscaras tradicionales, diversas variantes de palitos para comer (hashi), alimentos y dulces típicos como las galletas de arroz sembei, o réplicas de katanas.

Al pasar el mercado puede visualizarse la segunda gran puerta que ya indica la entrada al templo Sensoji, Hanzomon. Al cruzar por ella puede verse la pagoda de 5 pisos donde se guardan reliquias y tablas mortuorias de miles de familias. Las pagodas son estructuras muy comunes en todos los países asiáticos, pero obviamente cada país y localidad le ha otorgado un estilo propio y particular. Inclusive, desde tiempos antiguos muchas pagodas han servido como pararrayos.
Siguiendo camino se encuentra la zona de purificación donde todos los visitantes queman sus inciensos y se congracian con las deidades antes de rezar en el templo. La cantidad de gente es impresionante y el humo de los inciensos casi nubla la vista.
Templo Sensoji
Continuando el recorrido, se puede ver el salón principal, Kannon-do, donde está la estatua que los pescadores encontraron hace 1.400 años. El interior es sencillamente impresionante, lleno de obras de arte y pinturas en los techos. A su vez, las paredes hacen sentir realmente que uno se encuentra en un lugar divino.
El complejo en sí es muy grande y en los alrededores del templo principal se encuentran una serie de pequeños templos y jardines con los que los seguidores o interesados en el budismo pueden deleitarse. Por ejemplo, en el salón Bentendo, al sur del Sensoji, se puede ver la gran campana que suena todas las mañanas y dos estatuas de las deidades Kannon y Seishi.
Un detalle que merece ser destacado es el hecho de que se encuentre un pequeño santuario sintoísta dentro de los alrededores del Sensoji.

Este pequeño templo se levantó en honor a los famosos pescadores que se encontraron hace más de mil años con la estatua de la deidad Kannon. El sintoísmo es la religión politeísta originaria de Japón, y como bien se sabe, el budismo llegó a este país procedente de China. Sin embargo, ambos credos conviven en perfecta armonía. Es muy interesante esta combinación, y podría decir que es un ejemplo de que los credos pueden tener puntos de vista diversos, pero que en definitiva la base, el objetivo, es el mismo.
El lugar donde vive el monje principal del Sensoji y donde los monjes realizan sus prácticas es el templo Denboin, el cual por cierto es muy hermoso y contiene edificios en los alrededores que datan del siglo XIX y XVIII. Esta y otras construcciones del Templo Sensoji fueron destruídas o dañadas durante los bombardeos norteamericanos de la Segunda Guerra Mundial. Sin embargo, pudieron ser reconstruidas o reparadas, manteniendo su espíritu original.
Asakusa, uno de los barrios más típicos de Tokio, tiene un aire especial, típico de esos lugares que llegan a ser reconocidos como icónicos. Una zona que debe ser visitada si o si para comprender más sobre la cultura del Japón y los orígenes de su capital.
Cómo llegar
- Llegar hasta Asakusa es bastante sencillo. Uno debe ir hasta la estación Asakusa de la línea Ginza o de la línea Tobu.
- Otra opción es tomar la línea Asakusa y también bajarse en la estación del mismo nombre.
- Todas estas líneas son combinables con las líneas principales de la ciudad de Tokio.