Ubicada en el centro de la isla principal de Honshu, la prefectura de Gunma (群馬県), es uno de los destinos menos explorados pero más sorprendentes de Japón. A solo un par de horas de Tokio, este rincón montañoso ofrece una combinación única de paisajes naturales, herencia cultural y experiencias al aire libre que enamoran a quienes se aventuran fuera de las rutas turísticas tradicionales.
En el siguiente artículo conoceremos un poco más sobre Gunma y sus atractivos, sin lugar a dudas después de leer el artículo se animarán a visitarlo.
Historia
Su origen se remonta a la Edad de Piedra que existió en Japón. Es así como en 1946 se encontraron los vestigios de Iwajuku, primera evidencia de una cultura de la Edad de Piedra que existió en Japón.
En la parte oriental de Japón, se ha comprobado la construcción de las ruinas más grandes del país nipón, en la ciudad de Ota y Takasaki. En esta primera ciudad se ha encontrado el Haniwa keikono Bujin, la cual ha sido nombrado como el tesoro nacional.
Sitios turísticos
Gunma es famosa por sus espectaculares paisajes, en especial por sus montañas, lagos y aguas termales. Rodeada por los Alpes japoneses, es un destino ideal para los excursionistas y amantes del senderismo. El monte Tanigawa (谷川岳), uno de los más icónicos de la región, ofrece rutas para caminantes de todos los niveles, y vistas panorámicas que cortan la respiración, especialmente durante el otoño, cuando el follaje se tiñe de rojo y dorado.
Otro atractivo natural destacado es el Parque Nacional de Oze, Con vastos humedales, rutas bien señalizadas y una flora impresionante, es un lugar ideal para desconectarse del bullicio urbano y reconectar con la tranquilidad de la naturaleza japonesa.
Tradiciones
La tradición en Gunma está viva en sus pueblos, templos y festividades. Uno de los mayores orgullos culturales de la región es su larga tradición en la producción de seda. El sitio de Tomioka, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, fue la primera fábrica moderna de seda en Japón y marcó un antes y un después en la industrialización del país. Hoy, se puede visitar y aprender sobre la historia del “oro blanco” japonés.
Además, pueblos como Kusatsu y Ikaho preservan la atmósfera del Japón antiguo. Sus calles empedradas, ryokan tradicionales (posadas japonesas) y casas de té son una ventana al pasado. Kusatsu, en particular, es famoso por sus onsen (aguas termales), considerados entre los mejores del país tanto por la calidad del agua como por el ritual tradicional de enfriamiento del agua conocido como yumomi (湯もみ).

Aventuras
Si lo tuyo es la aventura, Gunma también tiene mucho que ofrecer. En invierno, estaciones de esquí como Minakami Kogen y Manza atraen a esquiadores y practicantes de snowboard con sus nieves abundantes y pistas bien cuidadas. En verano, la región se convierte en un paraíso para el rafting, barranquismo y escalada en roca.
El lago Haruna, formado en un antiguo cráter volcánico, ofrece actividades como kayak, paseos en bote y pesca. En otoño, el área circundante se transforma en una sinfonía de colores, ideal para caminatas relajadas o fotografía de paisaje.
Gastronomía
La cocina de Gunma es un reflejo de su entorno montañoso y agrícola. Destacan platos como el yakimanju (bollos de arroz a la parrilla con miso dulce), el okirikomi (una sopa espesa de fideos y verduras cocidas en caldo de miso o soya), y la carne de cerdo de alta calidad, conocida como “makkinton”, criada localmente.

Además, muchos de los pueblos onsen ofrecen cenas kaiseki (懐石), una comida ligera servida en la ceremonia del té japonesa, y actualmente usada como entrada en los restaurantes japoneses
Un Japón auténtico, sin multitudes
Gunma ofrece una versión más serena y auténtica de Japón. Aquí, la hospitalidad es cálida, los paisajes son inmersivos, y la tradición convive armoniosamente con la modernidad. Es un destino perfecto para quienes buscan algo más que los típicos circuitos turísticos.
Si estás planeando un viaje a Japón y deseas salir de la rutina, considera dedicarle unos días a Gunma. Te esperan montañas majestuosas, aguas termales curativas, delicias locales y una conexión profunda con la historia y la naturaleza japonesa.
