El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, se resigna menos de un año después de asumir el cargo, lo que ha sumido en el caos político del país y ha desatado una contienda potencialmente complicada para reemplazarlo como líder del gobernante Partido Liberal Democrático (PLD).
El centrista, de voz suave, ha presidido dos elecciones desastrosas desde que fue elegido para liderar el PLD el otoño pasado. En octubre, el partido y su socio de coalición, Komeito, perdieron la mayoría en la cámara baja y corrieron la misma suerte en las elecciones a la cámara alta de este julio.
En declaraciones a los medios el domingo por la noche, un día antes de que se previera que sus oponentes dentro del partido intentaran forzar su dimisión, Ishiba anunció su dimisión para asumir la responsabilidad de los desastres electorales, afirmando que quería evitar una división «decisiva» en el PDL.
Anunció la decisión en un momento de incertidumbre para la cuarta economía más grande del mundo, que lidia con el impacto de los aranceles de Donald Trump en las exportaciones. La semana pasada, el presidente estadounidense anunció que reduciría los aranceles impuestos a los automóviles japoneses del 27.5% al 15%, en un inusual momento de optimismo moderado para el atribulado Ishiba.
«Ahora que las negociaciones sobre las medidas arancelarias estadounidenses han concluido, creo que este es el momento apropiado [para dimitir]», declaró Ishiba a la prensa. «He decidido hacerme a un lado y dar paso a la próxima generación».
La oposición a Ishiba, de 68 años, ha aumentado en las últimas semanas y los medios de comunicación informan que los diputados descontentos intentarían forzar su dimisión votando el lunes para adelantar las elecciones presidenciales del partido, las cuales no se celebrarán hasta 2027.
Ishiba admitió que ya no podía liderar el PDL, cargo que automáticamente lo convierte en primer ministro, ya que es el partido con mayor número de miembros en la cámara baja, tras conversaciones con colegas de alto rango el sábado, según informó la agencia de noticias Kyodo.
Ahora que Ishiba ha prometido no presentarse a la reelección en las elecciones del partido, la atención se centrará en sus posibles sucesores, con una votación de liderazgo entre legisladores y miembros de base del partido prevista para principios de octubre.
