El número de miembros y asociados de la yakuza en Japón cayó a un mínimo histórico de 18,800 miembros a finales del año pasado, a pesar del aumento de grupos criminales anónimos, según datos de la Agencia Nacional de Policía publicados el jueves 10 de abril.

La cantidad de miembros cayó por debajo de los 20,000 por primera vez desde que comenzaron los registros en 1958, dado que el número de miembros del crimen organizado ha disminuido constantemente desde 2005 en medio de estrictas medidas represivas.

Esta revelación se produce cuando los datos de la agencia también mostraron que 10,105 miembros de grupos criminales anónimos, conocidos como «tokuryu», fueron investigados por delitos con ánimo de lucro en 2024, mientras las autoridades luchan por reprimir a los autores intelectuales que operan en la sombra. Esto define las primeras estadísticas de cumplimiento de la ley de un año completo sobre estos grupos.

Del total, 3,925 personas fueron reclutadas a través de redes sociales. Se les ofrecieron promesas con fines de lucro. Esto se conoce en japonés como «yami baito», un término que se refiere a trabajos ilícitos a tiempo parcial.

La agencia ha intensificado sus esfuerzos para combatir a los grupos tokuryu por su participación en una serie de robos violentos en Tokio y sus alrededores, así como en esquemas de fraude, incluyendo diversas estafas de inversión y romance en redes sociales, que resultaron en una pérdida récord estimada en alrededor de 200 mil millones de yenes (aproximadamente 1,400 millones de dólares) en 2024.

Según los datos, 5,203 de los miembros detenidos estuvieron involucrados en cinco delitos graves. El fraude fue el más común, con 2655 casos, seguido del robo con 991, los delitos relacionados con drogas con 917, el asalto con 348 y las violaciones de la ley de entretenimiento para adultos con 292.

Si bien 633 miembros fueron clasificados como autores intelectuales o coordinadores, se cree que son operativos de nivel medio en lugar de altos líderes. Esto sugiere que los altos mandos de estas organizaciones siguen estando fuera de su alcance. Además de las cinco categorías principales, otras 4,902 personas estuvieron involucradas en delitos como la venta de cuentas bancarias para transacciones ilícitas y el lavado de dinero.

A pesar del descenso de los miembros de la yakuza, la policía ha descubierto casos. En estos casos, los grupos se benefician de las actividades del tokuryu. Logran esto al englobarlas bajo su control.

En algunos casos, se ha identificado a pandilleros actuales o antiguos como líderes o participantes en delitos relacionados con el tokuryu.