A tan solo 30 minutos en tren desde Tokio, se encuentra Saitama, una prefectura localizada en la región de Kanto en la isla de Honshu. Aunque suele pasar desapercibida frente a gigantes turísticos como Kioto, Osaka o la misma capital, esta prefectura tiene un encanto propio que enamora a quienes desean salirse de la rutina.
En el siguiente artículo hablaremos de Saitama, una prefectura que ofrece una mezcla única de tradición, modernidad y paisajes naturales que vale la pena descubrir.
Historia
Saitama fue una región donde antes predominaba la actividad agrícola y forestal. Después de la Segunda Guerra Mundial, la prefectura de Saitama experimentó transformaciones causadas por el desarrollo industrial y el aumento de la población.

En las ciudades de Omiya (actualmente ciudad de Saitama), Fukaya, Kawagoe y Sayama se construyeron grandes centros industriales
Actualmente, el gobierno de Saitama juntamente con los 90 municipios prefecturales, ha instituido amplias políticas, tomando como base la “prioridad del medio ambiente” y la “importancia de la calidad de vida de los habitantes”.
Kawagoe: la «Pequeña Edo»
Probablemente, el lugar más conocido de Saitama sea Kawagoe, también llamada “Koedo” o “Pequeña Edo”, por su arquitectura bien conservada de la era Edo (1603–1868). Pasear por la calle Kurazukuri es como viajar en el tiempo: antiguas casas de almacén, faroles de papel y tiendas tradicionales crean una atmósfera nostálgica.

Aquí puedes probar dulces japoneses tradicionales, visitar el Templo Kita-in y tomarte fotos con el famoso reloj de campana «Toki no Kane«, un símbolo de la ciudad.
Naturaleza para respirar profundo
Saitama también es un destino excelente para los amantes de la naturaleza. El Parque Nacional de Chichibu-Tama-Kai, en el extremo occidental de la prefectura, es una joya escondida con senderos de montaña, cascadas y paisajes impresionantes, especialmente durante la temporada de otoño, cuando los árboles se tiñen de tonos rojos y dorados.

Además, en primavera, el Parque Hitsujiyama se cubre con una alfombra de flores shibazakura (musgo rosa), atrayendo a miles de visitantes por su espectacular contraste de colores con las montañas de fondo.
Cultura y entretenimiento
Saitama posee una gran cultura contemporánea y entretenimiento. La ciudad de Saitama, capital de la prefectura, alberga el impresionante Museo del Ferrocarril, una parada obligada para fanáticos de los trenes y familias con niños. Allí se pueden ver locomotoras históricas, simuladores de conducción y exposiciones interactivas.

Otro lugar curioso es el Moomin Valley Park en Hanno, inspirado en los personajes finlandeses de los Moomins, que ofrece una experiencia temática entrañable en medio de la naturaleza. También encontramos el castillo de Oshi, que tiene una historia ligada a la resistencia samurái.
Gastronomía local
Como toda región japonesa, Saitama tiene sabores que la distinguen. En Kawagoe puedes probar el imo-kenpi «いも-けんぴ» (bastones dulces de batata frita) y el unagi (anguila), una especialidad local. La soba (fideos de trigo sarraceno) de Chichibu es otra delicia regional que suele acompañarse con verduras silvestres de la zona. Además, el sake de Saitama, elaborado con agua de montaña pura, ha ganado popularidad en todo el país.

Saitama es una alternativa perfecta para quienes buscan una experiencia más local y menos masificada que en los grandes destinos turísticos. Su equilibrio entre historia, naturaleza y accesibilidad lo convierte en un destino ideal tanto para visitantes primerizos como para experimentados.
Ya sea paseando por calles antiguas, caminando entre montañas o disfrutando de un festival tradicional, Saitama ofrece una cara diferente de Japón, más tranquila pero igualmente fascinante. Así que la próxima vez que estés en Tokio, considera dedicarle al menos un día a esta joya que guarda muchas sorpresas por descubrir.
