La prefectura de Fukushima (福島県, ふくしまけん; Fukushima-ken), ubicada en la región de Tōhoku, al norte de Japón, es un destino que combina paisajes naturales impresionantes, historia y una riqueza geotérmica que la convierte en un lugar ideal para los amantes de las aguas termales o también conocidos como onsen. Aunque a menudo se asocia con el desastre nuclear de 2011, Fukushima es más que eso, pues nos ofrece una geografía montañosa que ha dado lugar a una gran cantidad de onsen.
El siguiente artículo propone un recorrido por los volcanes más emblemáticos de Fukushima y las aguas termales que han sido un refugio para viajeros durante siglos.
Los Volcanes de Fukushima
Monte Bandai
Uno de los volcanes más famosos de Fukushima es el Monte Bandai, también conocido como el «Monte Fuji de Aizu» por su silueta cónica. Con una altitud de 1,819 metros, el Monte Bandai es un destino popular para senderistas y amantes de la naturaleza. Su última gran erupción ocurrió en 1888, transformando drásticamente el paisaje y creando el actual Lago Inawashiro, uno de los lagos más grandes de Japón.

Los alrededores del Monte Bandai ofrecen vistas espectaculares, especialmente en otoño, cuando los bosques de arces y hayas se tiñen de tonos rojos y dorados. En invierno, la zona se convierte en un paraíso para el esquí y otros deportes de nieve, atrayendo a visitantes de todo el país.
Monte Adatara
El Monte Adatara, con una altura de 1,700 metros, es otro volcán icónico de Fukushima. Su fácil acceso y senderos bien señalizados lo convierten en una opción ideal para excursionistas de todos los niveles. Desde su cima, se pueden admirar vistas panorámicas de la región y, en días despejados, incluso ver el Océano Pacífico.

Una de las mejores experiencias tras una caminata en el Monte Adatara es sumergirse en un onsen cercano. La combinación de actividad volcánica y fuentes termales naturales ha convertido esta zona en un destino perfecto para la relajación después de un día de exploración.
Aguas Termales en Fukushima
La actividad geotérmica de Fukushima ha dado lugar a numerosas fuentes termales, muchas de las cuales han sido utilizadas desde tiempos antiguos por samuráis y viajeros para aliviar el cansancio y sanar el cuerpo.
Tsuchiyu Onsen
Ubicada al pie del Monte Adatara, Tsuchiyu Onsen es una de las áreas termales más famosas de Fukushima. Este pequeño pueblo está lleno de ryokan (posadas tradicionales) que ofrecen baños termales con aguas ricas en minerales beneficiosos para la piel. Además, es conocido por su artesanía local, en particular, las kokeshi, muñecas de madera pintadas a mano que son un símbolo de la región.
Higashiyama Onsen
Cerca de la histórica ciudad de Aizu-Wakamatsu, Higashiyama Onsen es un destino termal con más de 1,300 años de historia. En la era feudal, este onsen era frecuentado por samuráis que buscaban relajarse después de la batalla. Hoy en día, los visitantes pueden disfrutar de baños al aire libre con vistas a ríos y montañas, una experiencia verdaderamente inolvidable.

Iwaki Yumoto Onsen
Ubicado en la costa de Fukushima, Iwaki Yumoto Onsen es una de las fuentes termales más antiguas de Japón, con más de 1,000 años de historia. Sus aguas contienen propiedades curativas, y su proximidad al Aquamarine Fukushima, un acuario de renombre, lo convierte en un destino perfecto para familias.

A modo de conclusión, Fukushima es un destino lleno de sorpresas, donde los paisajes volcánicos se combinan con la serenidad de sus aguas termales.
Tanto si buscan una aventura en las montañas como un descanso en un onsen tradicional, esta prefectura ofrece una experiencia inolvidable que demuestra la belleza y la resiliencia de la naturaleza japonesa.

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