Según una empresa de investigación, en 2024 se cerró un número récord de restaurantes de ramen en Japón, dado que la asequibilidad de la comida limita el margen para aumentar los precios en medio de los crecientes costos de los ingredientes y los servicios públicos.

Las insolvencias entre los operadores de negocios de ramen, que resultaron en pasivos de al menos 10 millones de yenes (63,000 USD) en 2024, también afectadas por el aumento de los gastos de personal debido a la escasez de mano de obra, aumentaron más del 30%; a 72%, frente a los 53%, en comparación del 2023, dijo Teikoku Databank Ltd.

Los fideos de sopa ramen japoneses suelen combinar aderezos de carne y verduras con caldo. A pesar del aumento de los costos, el precio promedio de un plato de ramen sigue siendo inferior a 700 yenes, según Teikoku Databank. El ramen, un alimento básico popular a la hora del almuerzo o un placer culpable durante altas horas de la noche, también ha encontrado fanáticos en el extranjero.

Pero como los costos de los ingredientes de 2024 aumentaron en un promedio mayor al del 10% con respecto a 2022, las empresas se enfrentan a la necesidad de acercar los precios a los 1,000 yenes. Aunque es un precio bajo, en comparación con muchas opciones de comida, cruzar esa línea se considera un golpe a la imagen del ramen que podría alejar a los comensales.

Takatoyo Sato, gerente del restaurante de fideos Menkoi Dokoro Kiraku en el distrito comercial de Shimbashi de la capital, dijo que la última vez que subió los precios fue en mayo de 2024 en respuesta al endurecimiento de las condiciones comerciales. El más popular entre su clientela local es su ramen shoyu con caldo a base de salsa de soja por 950 yenes, frente a los 780 yenes de 2021.

«No pude evitar subir los precios, de lo contrario habríamos estado en números rojos», dijo el hombre de 52 años en un descanso entre el servicio de almuerzo y cena durante uno de los turnos de 17 horas que trabaja seis días a la semana.

Casi el 34% de los 350 establecimientos de ramen encuestados por Teikoku Databank informaron que estaban operando con pérdidas en el año fiscal 2023.

Sato dijo que la decisión no había sido bien recibida por todos sus clientes habituales. «La clientela definitivamente disminuyó después. La gente no lo dice, pero piensa que es solo ramen; esa visión va a cambiar», dijo, refiriéndose al aumento de los costos de servir la comida reconfortante y familiar.

Algunos consumidores están cambiando sus percepciones. Munayoshi Suzuki, un residente de Tokio de 34 años, dijo que cree que los comensales han sido «malcriados» por los precios bajos, y que la comida es una «no necesidad» más parecida a los cigarros o al alcohol.

En 2025, Teikoku Databank comentó que las bancarrotas podrían continuar, y es probable que las pequeñas y medianas empresas se muestren más reacias que las cadenas más grandes a modificar los precios de sus menús.