Kintsugi, el arte japonés de aprender, apreciar y sanar tus heridas

Todos sabemos que nada es para siempre, los años se van y los desgastes del tiempo se hacen presente. Con este desgaste, los objetos, se suelen romper, creando heridas y rupturas. Esto no nos excluye a nosotros, todos tenemos heridas y rupturas. En Japón, antiguamente, se utilizaba el oro para reparar las cosas, a esto se le conoce como kintsugi, pero más que solo ser una técnica de reparación de objetos, hoy en día es considerada una filosofía, uno donde aprendes a amar y sanar tus heridas, reconstruyéndote en el proceso.

Hoy aprenderemos sobre el kintsugi, la técnica de reparación, su significado, origen y la filosofía que ha perdurado en la sociedad japonesa, que muchas personas en el mundo la han estado adoptando.

¿Qué significa “kintsugi”?

La palabra de kintsugi, según la página de Britannica, literalmente significa “reparar cerámica rota mediante el uso de laca espolvoreada o mezclada con oro o plata en polvo”.  En ocasiones, también se le conoce como el arte de “kintsukuroi”. 

Este arte, por ende, rellena las heridas y rupturas de las vasijas con colores de oro y plata. Lo anterior crea una clara diferencia visual, una manera literal de verlo es la siguiente; el antes de la ruptura y el después.

Técnica de reparación del kintsugi

La técnica de reparación consiste en unir todos los fragmentos y darles un aspecto nuevo, buscando cierto nivel de refinamiento. Cada pieza que vayas a reparar es única, gracias a que la caída de la vasija u objeto a reparar crea fragmentos aleatorios, dependiendo del tipo de golpe. Es por eso que buscamos crear un estilo de refinamiento, darle un nuevo giro, darle una nueva vida.

Jarrón roto, siendo reparado mediante el kintsugi.
Jarrón roto, siendo reparado mediante el kintsugi.

Para poder concretar el trabajo, los artesanos buscan crear sus mezclas de oro con otros materiales para que puedan ser utilizados y que peguen de la manera correcta, es por esto que utilizaban una mezcla de pegamento a base de arroz y de urushi, el cual es el residuo de los árboles de laca. El urushi se utilizaba por sus propiedades, especialmente para que la vasija u ornamenta pueda ser resistente al agua, para que la mezcla pegue bien y que no tenga problemas con la humedad.

Anuncios

Al tener la mezcla y el oro listos, los artesanos pasaban a juntar las partes, una por una. Ya que tomaba la forma que deseaban, con la mezcla de pegamento comenzaban a unir las partes y antes de que pegaran, utilizaban el oro para rellenar las heridas y rupturas. Al secarse y estar bien unido, las líneas quedaban con el color del oro.

Si durante el proceso de reparación faltaban piezas o pedazos no encajaban, los artesanos tenían que crear una mezcla de urushi y arcilla en polvo y con eso rellenaban los espacios vacíos.

La historia y origen del kintsugi

Hoy en día no hay una certeza del origen del kintsugi, pero la historia y teoría más precisa dice que gracias a que se le trozó su tazón de té chino favorito al shogun Ashikaga Yoshimasa, lo envió a China para su reparación a finales del siglo XV. 

Anuncios

Cuando el tazón fue devuelto, este fue reparado con grapas de metal, lo cual puede ser el motivo de que encendió el interés a los artesanos japoneses a buscar un medio de reparación más estético. Los coleccionistas se enamoraron tanto del nuevo arte que algunos fueron acusados de romper deliberadamente cerámica valiosa para poder repararla con mediante el kintsugi.

La filosofía del kintsugi, la resiliencia y aprendiendo amar tus heridas

Por lo tanto, si sanar las rupturas y heridas de un jarrón o una vasija hecha añicos se vuelve un arte, entonces, ¿por qué sanar nuestras heridas no es considerado lo mismo?

Esta última pregunta fue la que disparó la filosofía detrás del kintsugi. Igual que el relato de la historia, al final, los coleccionistas se enamoraron de ver la respuesta de un jarrón ser reconstruido, a pesar de que veían que estaba reconstruido, comenzaron apreciar las rupturas, comenzaron apreciar que las cosas eran diferentes, pero eran para un bien.

La vida de uno puede ser reparada, como se hace con los jarrones mediante el kintsugi.
La vida de uno puede ser reparada, como se hace con los jarrones mediante el kintsugi.

La vida es una montaña rusa de emociones, hay momentos que vamos hasta las nubes, hay otros momentos que estamos por los suelos, pero sin duda alguna, siempre vamos a cargar con un golpe, una herida, una ruptura, como los jarrones, pero aceptar este dolor, apreciar y sanar las heridas, es una de las partes fundamentales de esta filosofía; demostrar que somos humanos, que hemos madurado y sanado el dolor y que al final todo es experiencia en la vida.

Una de las filosofías detrás del kintsugi es apreciar algo, aunque sepamos que estuvo roto, que hoy en día sigue en pie. Las líneas doradas representan las heridas sanadas, mas no olvidadas, las cuales muestran una resiliencia. 

Todos y todo en esta vida, vale la pena narrar su historia. Con las adversidades, nos transformamos. Con los dolores, nos derrumbamos. Con el descanso, nos reparamos.

El kintsugi, tanto como lo es la filosofía del Mono no aware, son partes fundamentales del Japón de hoy en día.

Publicaciones recientes:

Hyōgo: Puente entre montañas, mares y memorias de Japón

La prefectura de Hyōgo, ubicada en la región de Kansai, es un territorio donde conviven puertos cosmopolitas, aldeas termales, castillos legendarios y una gastronomía que ha conquistado paladares en todo el mundo.

El kanji oficial del año 2025 es el kanji de «oso»

El kanji oficial del Año 2025, seleccionado mediante una votación pública, fue 熊 (oso), reflejando un aumento récord de avistamientos y ataques en Japón. Otros kanjis destacados incluyen 米 (arroz) y 高 (alto), entre otros.

Anuncios