Omamori, el amuleto japonés de la suerte

A medida que el tiempo pasa, muchas de las tradiciones de una sociedad se van modificando, transformando o inclusive, evolucionando.

Un ejemplo de estos son los templos y santuarios, antes eran venerados y solamente visitados por los fieles creyentes. Hoy en día son patrimonio de la cultura japonesa que muchas personas viajan desde lejos para visitar y conocer estos lugares.

Dentro de estos parajes, los templos, tanto como los santuarios, existen amuletos que en los tiempos antiguos los sacerdotes tanto de la religión sintoísta y budista han considerado que guardan una fracción de los poderes de los dioses, a estos amuletos se les conoce como omamori.

El amuleto de omamori (お守り) es un amuleto de protección de origen japonés, son pequeños y de aspecto colorido, su aspecto depende de la estación cuándo lo compraste y el tipo de protección que ofrece. Estos se pueden encontrar en los kioscos de sitios como templos y santuarios.

La historia de los omamori

La historia de los omamori se remonta a los años 14,000 – 1,000 a.C, durante el Japón antiguo, ya se conocían los talismanes y las ideas alrededores de ellos; eran objetos que le rendían culto las familias y estos, en cambio, les brindaba protección a su hogar, familia y trabajos.

El tiempo avanzó y durante la era Meiji (794-1185 d.C) estos talismanes se comenzaron a transformar hasta conocer el amuleto japonés que hoy en día conocemos.

Pero esto fue el nacimiento de este objeto, porque durante esta era, muchos sacerdotes, independientes de su religión, estaban utilizando sus respectivos poderes, derechos e influencias para invitar a gente tanto a su religión y para servir a los templos.

Una estatua de Buda, la figura central del budismo.

Con esto, la tarea de invitar a personas a visitar sus respectivos templos o santuarios inició, pero hasta cierto punto era imposible invitar a personas que vivían muy alejadas. Con eso se dieron la tarea de inventar un amuleto y este lo bendecían con el espíritu y esencia de sus respectivos lugares de adoración para que el portador estuviera protegido y viviera con suerte. Este amuleto que crearon es el omamori que hoy en día conocemos.

La protección de los omamori

Los omamori están pensados en que si los cuidas y los tratas de manera correcta, te regresaran la energía y tiempo que les diste mediante bendiciones. A esto se le conoce como la “protección de los omamori”, a continuación se explica qué protección, bendición o fortuna otorga cada uno.

Omamori simpleCuidado y protección en general.
HamamoriProtección física y mental. Siempre se debe de llevar este amuleto.
Yaku-yokeProtección de accidentes y de malos espíritus y personas.
Kenko-mamoriProtección a tu salud e integridad física.
Shigoto-mamoriProtección de trabajo o negocio y te ayuda a encontrar uno.
Rennai-jojuPara encontrar al amor de tu vida o mantener el actual.
Kin-unAtracción de suerte y dinero.
Gakugyo-mamoriÉxito con la escuela y con los exámenes.
Petto-mamoriBusca la protección de su mascota.

Comprar, reglas, etiquetas y cuidados de los omamori

Estos artefactos se pueden encontrar en cualquier puesto de servicio de los templos o santuarios. Los precios pueden ir desde los ¥500 (5 USD) hasta los ¥1200 (12 USD). Los precios dependen del tipo, tamaño y estilo.

En sí, no existe una regla definitiva para que te brinde los beneficios, pero una de las mayores ideas o pensamientos que van al obtener uno es cuidarlo como cualquier otro objeto valioso. Si es necesario verlo de otra manera, no estás comprando un omamori, el dinero que utilizaste lo deberías de ver como un apoyo directo al edificio u organización donde lo compraste y con eso recibes un beneficio.

Una de las etiquetas más conocidas e inclusive populares es que siempre lo lleves contigo, incluso cuando salgas de casa. Pero si decides colocarlo en tu hogar, es bueno colocarlo en un lugar limpio y más alto que tus ojos, para que este se encuentre más cercano al cielo.

Típico omamori de color rojo.

Adicionalmente, los omamori vienen sellados y no es recomendable abrirlos porque se supone que estos perderán su bendición si son abiertos.

Por último, cuando crees que ya hayas cumplido un cometido o deseas deshacerte de tu omamori, una de las mejores maneras de deshacerte de uno es llevarlo a algún templo, y si esto no te es posible, quémalo en tu casa dado que los omamori que son regresados en el templo todos serán quemados en un ritual. Esto se debe a que cuando este artefacto haya cumplido su función, dejará de funcionar y la suerte y protección ya no funcionará.


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